CHATTANOOGA, Tennessee. Los empleados de una fábrica de Volkswagen en Chattanooga, Tennessee, votaron abrumadoramente a favor de afiliarse al sindicato United Auto Workers el viernes, en una primera prueba histórica del renovado esfuerzo de la UAW por organizar a las fábricas no sindicadas.

El sindicato obtuvo 2,628 votos, es decir, el 73% de las papeletas emitidas, frente a sólo 985 que votaron en contra, en una elección dirigida por la Junta Nacional de Relaciones Laborales.

Ambas partes disponen de cinco días hábiles para presentar objeciones a la elección, según la NLRB. Si no hay ninguna, VW y el sindicato deben “empezar a negociar de buena fe”.

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En dos ocasiones en los últimos años, los trabajadores de la planta de Chattanooga rechazaron la afiliación sindical en votaciones celebradas en toda la planta. Más recientemente, le dieron a la UAW una estrecha derrota en 2019, mientras los fiscales federales estaban resolviendo un escándalo de sobornos y malversación en el sindicato.

Pero esta vez votaron convincentemente por la UAW, que está operando bajo un nuevo liderazgo elegido directamente por los miembros por primera vez y disfrutando de una exitosa confrontación con los principales fabricantes de automóviles de Detroit.

El nuevo y enérgico presidente del sindicato, Shawn Fain, fue elegido sobre la base de una plataforma de limpieza tras el escándalo, y de mayor confrontación con los fabricantes de automóviles. Un envalentonado Fain, respaldado por el presidente Joe Biden, dirigió el sindicato en una serie de huelgas el otoño pasado contra los fabricantes de automóviles de Detroit que dieron lugar a nuevos y lucrativos contratos.

Los nuevos contratos aumentaron los salarios sindicales en un tercio, lo que permitió a Fain y a sus organizadores presentar nuevas y tentadoras ofertas a los trabajadores de Volkswagen y otras empresas.

La próxima votación sindical será la de los trabajadores de las fábricas de Mercedes cercanas a Tuscalossa, Alabama, que votarán sobre la representación de la UAW en mayo.

Michael Ream, que ha trabajado ensamblando vehículos en la planta de Chattanooga desde 2019, dijo que votó por el sindicato porque las personas que construyen automóviles necesitan tener una voz.

“Necesitamos ser tratados de manera justa y no dictados cada segundo de nuestro día”, dijo.

Ream dijo que se inspiró en los contratos que la UAW ganó con los fabricantes de automóviles de Detroit después de ir a la huelga el año pasado. Estaba entre las docenas de trabajadores, algunos con camisetas rojas que decían “Futuro miembro de la UAW”, que se reunieron el viernes por la noche en un local del sindicato de trabajadores eléctricos cerca de la fábrica de VW.

Volkswagen dio las gracias a los trabajadores por votar y afirmó que el 83.5% de los 4,300 trabajadores de producción votaron en las elecciones. La empresa se mostró neutral sobre la cuestión de la sindicalización de la planta.

Seis gobernadores del Sur, entre ellos Bill Lee, de Tennessee, advirtieron esta semana a los trabajadores en una declaración conjunta que afiliarse a la UAW podría costarles el puesto de trabajo y amenazar el progreso económico de la región.

Pero la aplastante victoria es una advertencia para los fabricantes no sindicados, dijo Marick Masters, profesor de negocios de la Wayne State University de Detroit que estudia el sindicato.

“Esto va a enviar un mensaje contundente a todas esas empresas de que la UAW está llamando a la puerta y, si quieren seguir sin estar sindicadas, tienen que intensificar su juego”, afirmó Masters.

Espera que otros fabricantes de automóviles se muestren más agresivos con las plantas y que los políticos antisindicales redoblen sus esfuerzos para luchar contra el sindicato.

Poco después de que se ratificaran los contratos de Detroit, Volkswagen y otras empresas no sindicadas concedieron a sus trabajadores grandes aumentos salariales. Fain calificó esos aumentos salariales como producto de la UAW, y afirmó que su objetivo era mantener al sindicato fuera de las plantas.

El otoño pasado, Volkswagen aumentó los salarios de los trabajadores de producción en un 11%, elevando el salario base a 32.40 dólares por hora, o algo más de 67,000 dólares al año. El trabajador medio de producción gana unos 60,000 dólares al año, sin contar las prestaciones y la prima de asistencia. Según el Departamento de Trabajo de EE.UU., los salarios de VW superan la media de los ingresos familiares de la zona de Chattanooga, que era de 54,480 dólares el pasado mes de mayo.

Sin embargo, según los contratos de la UAW, los mejores trabajadores de producción de GM, por ejemplo, ganan ahora 36 dólares la hora, o unos 75,000 dólares al año sin contar prestaciones ni participación en beneficios, que este año oscilaban entre los 10,400 dólares de Ford, y los 13,860 dólares de Stellantis. Al final del contrato, en 2028, los mejores trabajadores de GM ganarían más de 89,000 dólares.

Isaac Meadows, un trabajador de la línea de montaje en Chattanooga que ayudó a dirigir la campaña de organización sindical en la planta de 3,8 millones de pies cuadrados (353.353 metros cuadrados), que fabrica los SUV Atlas y los vehículos eléctricos ID.4, dijo que confiaba en que el sindicato ganaría.

VW afirma que sus fábricas son más seguras que la media del sector, según los datos comunicados a la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo. Y la empresa afirma que tiene en cuenta las preferencias de los trabajadores a la hora de programar los horarios. Recientemente acordó cambiar el día de inicio de la semana de los trabajadores del tercer turno para que tengan libres los viernes y sábados.

Pero Meadows, cuyo trabajo consiste en preparar los vehículos para la cadena de montaje una vez pintadas las carrocerías, dijo que la empresa añade horas extraordinarias o envía a los trabajadores a casa antes de tiempo cuando quiere.

“La gente está harta”, afirmó.

Según él, VW no informa de todas las lesiones al gobierno, sino que suele culpar a las enfermedades preexistentes que pueda tener un trabajador. El sindicato ha presentado denuncias por prácticas laborales desleales, incluidas las acusaciones de que la empresa prohibió a los trabajadores hablar de sindicatos durante el horario laboral y restringió la distribución de material sindical.

Volkswagen rechaza las acusaciones del sindicato y afirma que informa adecuadamente de las lesiones y apoya el derecho de los trabajadores a votar sobre la representación sindical.

La planta de VW será la primera que la UAW represente en una fábrica de automóviles de propiedad extranjera en el Sur. Sin embargo, no sería la primera planta de montaje de automóviles sindicalizada del Sur. La UAW representa a los trabajadores de dos plantas de montaje de Ford en Kentucky y de dos fábricas de GM en Tennessee y Texas, así como de algunas plantas de fabricación de camiones pesados.

Además, hace más de tres décadas, la UAW estuvo en una fábrica de Volkswagen en New Stanton, Pensilvania, al este de Pittsburgh. VW cerró la planta que fabricaba coches pequeños a finales de la década de 1980.