Prácticamente todos los días del juicio donde se le acusa de haber pagado para silenciar denuncias en su contra, el expresidente Donald Trump habla de que no puede hablar sobre el caso.

Una orden mordaza prohíbe a Trump comentar públicamente sobre testigos, miembros del jurado y algunas otras personas relacionadas con el asunto. El juez de Nueva York ya determinó que el virtual candidato republicano a la presidencia violó repetidamente la orden, le impuso una multa de 9,000 dólares y le advirtió que podría ir a la cárcel si no cumple.

Pero la orden no impide que Trump hable sobre las acusaciones en su contra o comente sobre el juez o el fiscal de mayor rango. Y eso tampoco le impide testificar ante el tribunal si así lo desea.

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Mientras lucha contra las acusaciones por delitos graves en su contra a la vez que se postula para presidente, Trump en ocasiones ha generado confusión sobre lo que puede y no puede hacer en el caso, en el que se ha declarado inocente. Entonces, ¿de qué sirve la orden y por qué se originó?

¿QUÉ ES UNA ORDEN MORDAZA?

En términos generales, una orden mordaza es la directiva de un juez que prohíbe a una persona o personas involucradas en un caso judicial comentar públicamente sobre algunos o todos los aspectos del mismo. En el caso de Trump, se titula “Orden que restringe las declaraciones extrajudiciales”, donde “extrajudiciales” significa fuera de los tribunales.

Las órdenes mordaza, particularmente en casos de alto perfil, tienen como objetivo evitar que información presentada fuera de la sala del tribunal afecte lo que sucede dentro.

Trump también está sujeto a una orden mordaza en su caso por interferencia criminal en las elecciones federales, en Washington. Esa orden limita lo que puede decir sobre los testigos, los abogados del caso y el personal del tribunal, aunque una corte de apelaciones lo liberó para hablar sobre el fiscal especial Jack Smith, quien presentó el caso.

En su juicio reciente por fraude civil en Nueva York, Trump fue multado con un total de 15,000 dólares por comentarios que hizo sobre el asistente legal de ese juez después de que una orden mordaza prohibiera a los participantes en el juicio “publicar, enviar correos electrónicos o hablar públicamente” sobre el personal del tribunal.

La Corte Suprema de Estados Unidos ha reconocido que las órdenes de silencio pueden contraponer el derecho a un juicio justo con el derecho a la libertad de expresión. El tribunal anuló algunas órdenes que prohibían a la prensa informar sobre ciertos casos o procedimientos judiciales, y rechazó un fallo judicial de Nevada que limitaba lo que todos los abogados podían decir fuera del tribunal por ser demasiado vago.

¿SE RESISTE TRUMP A LA ORDEN MORDAZA?

Sí. Antes del juicio, pidió a un tribunal de apelaciones estatal que pospusiera el juicio mientras apelaba la orden de silencio, pero el tribunal se negó. Su apelación continúa en curso.

¿A QUIÉN CUBRE LA ORDEN DE SILENCIO SOBRE TRUMP?

Impuesta inicialmente el 26 de marzo, la orden mordaza prohíbe a Trump hacer u ordenar a otros que hagan declaraciones públicas sobre cualquier miembro del jurado y sobre cualquier participación “razonablemente previsible” de un testigo en la investigación o el juicio.

También prohíbe cualquier declaración sobre los abogados del caso, el personal del tribunal, los asistentes de la fiscalía y los familiares de todos los anteriores, en la medida en que las declaraciones tengan por objeto “interferir materialmente o hacer que otros interfieran materialmente” con su trabajo en el caso “o con el conocimiento de que es probable que se produzca tal interferencia”.

La orden no se aplica al juez Juan M. Merchan ni a Alvin Bragg, el fiscal de distrito de Manhattan cuya oficina presenta el caso. No obstante, sí se aplica a comentarios sobre sus familiares. Merchan añadió esa disposición el 1 de abril después de que Trump arremetiera en las redes sociales contra la hija del juez, una consultora política demócrata, e hiciera una afirmación sobre ella que fue repudiada después por funcionarios judiciales.

A Trump también se le permite hablar sobre sus oponentes políticos, como dejó claro Merchan el jueves.

La orden tampoco impide que los testigos comenten sobre Trump. Michael Cohen, exabogado de Trump y esperado testigo, ha atacado habitualmente a su exjefe, lo que llevó a Trump a quejarse de que no puede responder de la misma manera.