Washington.- Una nevada leve que paralizó el tránsito en y alrededor de la capital estadounidense el miércoles por la noche fue el preludio de una enorme nevada que se acercaba el jueves y amenazaba el noreste de Estados Unidos.

La capa de menos de dos centímetros de nieve que cayó sobre Washington, Maryland y el norte de Virginia se congeló inmediatamente, y la mayoría de los distritos escolares abrieron tarde el jueves o cancelaron las clases.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser ofreció disculpas por la falta de previsión.

Para la gente que se apresura a tomar precauciones ante un pronóstico de 60 centímetros (dos pies) de nieve, los problemas causados por una nevada leve acrecentaban sus temores de lo que el Servicio Meteorológico Nacional llama una "tormenta invernal potencialmente paralizante" que se pronostica para el noreste desde el viernes por la tarde hasta el domingo.

Se prevén nevadas menores en Nueva York, Boston y otras ciudades del norte, pero los meteorólogos alertaron sobre los fuertes vientos, inundaciones costeras y posibles cortes de electricidad.

Bowser anunció la cancelación preventiva de las clases el viernes y el gobierno de la ciudad cerrará al mediodía, horas antes de la tormenta prevista. El gobierno federal no ha hecho anuncios sobre el posible cierre de sus oficinas.

El gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, declaró el estado de emergencia, advirtió sobre trastornos al transporte y cortes de energía y dijo que la gente "debe tomar en serio la amenaza de esta tormenta". Las cuadrillas se ocupaban de preparar las calles, pero las autoridades exhortaron a la gente a permanecer en sus casas hasta que pase la tormenta.

Se emitió un alerta por tormenta a partir del viernes en Baltimore y Washington, con hasta 50 centímetros de nieve en Washington, algo menos en Filadelfia y hasta 25 en Nueva York y Long Island, dijo el meteorólogo Patrick Burke.