En medio de la tragedia que golpeó a la barriada Figueroa, en Santurce, con un devastador incendio que afectó a 15 propiedades y dejó sin hogar a ocho familias, ha surgido un rayo de esperanza para los damnificados gracias al apoyo de la comunidad, el municipio y de organizaciones sin fines de lucro que se han desbordado en solidaridad.

La respuesta de la comunidad en Santurce ha sido ejemplar, destacó en entrevista con Primera Hora la directora del Departamento de Desarrollo Social Comunitario del municipio de San Juan, Francine Sánchez, al mencionar que los vecinos, así como organizaciones de base de fe han brindado apoyo emocional y material a aquellos que perdieron sus hogares en el voraz incendio ocurrido el pasado viernes por razones que aún no están del todo claras.

“Este es un suceso lamentable que ocurrió en un lugar vulnerable donde muchos viven en una situación económica precaria, lo que agudiza las condiciones de vida de estas personas. Pero te puedo decir que el respaldo de la comunidad y familiares ha sido increíble. No deja de ser un elemento que ocasiona mucha tristeza para el que lo sufre, pero el acompañamiento en estos procesos es importante y ver la solidaridad del pueblo da esperanza”, expresó Sánchez.

Donaciones de ropa y alimentos, hasta gestos reconfortantes han sido la columna vertebral de la recuperación para los damnificados, algunos de ellos albergados temporeramente en un hotel en Río Piedras, gracias a la intervención del gobierno municipal mediante el programa Casa de Nuestra Gente.

Un voraz incendio afectó seis residencias esta tarde en el sector La Colectora, de la barriada Figueroa en Santurce.

“Este programa trabaja con personas ‘homeless’ (sin hogar) a través de fondos de HUD (Departamento de Vivienda federal) y es así como pudimos responder a los afectados ofreciéndoles albergue en el Dreams Hotel. Tenemos a tres de las ocho familias que perdieron parcial o totalmente sus hogares quedándose allí. Hay otros que están con hijos u otros familiares. Pero a todos se les están ofreciendo diversos servicios”, acotó Sánchez sobre la respuesta del ayuntamiento.

La asignación utilizada para el hospedaje temporero -en el que se les provee desayuno, almuerzo y cenas- provienen de fondos federales.

“Lo que buscamos cuando ocurrió la emergencia fue proveer, de forma inmediata, un techo seguro a estas personas. A todos se les ofreció el albergue, pero unos prefirieron estar con familiares. De igual forma, se les proveyó un vale de emergencia de $500 para artículos personales y otro voucher de alimentos. Además, se les coordinó entrega de ropa y productos de aseo personal”, puntualizó la funcionaria al indicar que muchas de los perjudicados son adultos mayores de 65 años.

Además del refugio temporal, se desplegaron otros recursos como atención médica y asesoramiento psicológico a los afectados. En la zona cero, mientras tanto, se recogían los escombros ocasionados por el siniestro.

Afortunadamente, ninguno de los residentes resultó herido.

Muchos perdieron sus documentos, sus medicamentos, recetas. Y ante eso, personal de salud del municipio llegó directamente a la comunidad para atender esta situación hacer las gestiones pertinentes para que tuvieran sus medicinas otra vez. El alcalde (Miguel Romero), por su parte, ha visitado el área y puso a la disposición a los trabajadores sociales y psicólogos del programa para dar apoyo a estas familias. Esta es una situación que conlleva un trauma y lo que queremos es ayudarlos a volver a comenzar”, subrayó.

Asimismo, se hacían gestiones para ofrecer asistencia mediante los vales conocidos como “Rapid Re Housing”, un programa que por un periodo de 24 meses da estabilidad de un techo seguro a las familias sin hogar o en riesgo de estarlo.

“La idea es ubicarlos en unas viviendas temporeras en lo que se trabaja en las propiedades afectadas. El Departamento de la Vivienda está colaborando y, preliminarmente, se sabe que algunas se podrán reconstruir porque cuentan con los elementos requeridos para esta ayuda”, dijo Sánchez al agregar que se les ofreció también ayuda económica a través de la Oficina de Ayuda al Ciudadano.

Se descarta un “cortocircuito” como origen del siniestro

Mientras en la barrida Figueroa se enfocan en la reconstrucción, la incertidumbre sobre las causas del devastador incendio persisten.

Aunque la investigación aún no ha concluido, se descarta la posibilidad de un cortocircuito, ya que el lugar donde se originó el fuego no contaba con suministro eléctrico en ese momento.

“La forma en que se comportó este fuego ubica el área de origen en una estructura construida con paredes, piso, vigas y columnas en madera y techo de metal. Solamente el área posterior fue construida en hormigón. No tiene electricidad, así que el corto circuito queda descartado”, precisó mediante declaraciones escritas el Negociado del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico (NCBPR).

“Esta estructura estaba abandonada, los vecinos del área indicaron que era frecuentada por personas sin hogar. El fire marshall de NCBPR continúa trabajando en el informe final de este evento”, se agregó.

Mientras, el alcalde de San Juan adelantó durante el fin de semana que solicitó al gobernador Pedro Pierluisi declarar una emergencia en la zona, lo que permitiría allegar más fondos para la recuperación de las familias que perdieron sus hogares.