El vínculo natural de una madre y su hijo trascendió hoy cuando ambos se graduaron como oficiales de servicios juveniles del Departamento de Corrección y Rehabilitación.

Kevin O. Toro García y Liza H. García Rodríguez participaron de la ceremonia junto a otros 46 cadetes, evidenciando que más allá de la sangre, los une su deseo de cambiar el futuro de los jóvenes transgresores.

Como parte de la ceremonia, que se celebró en el Ponce Hilton Hotel y Casino, Irelis A. Rodríguez Rivera, presidenta de la clase, habló en representación de los graduandos.

“Estamos aquí para cumplir con dedicación y profesionalismo todas las tareas que el sistema nos exige. Para brindar a los jóvenes las herramientas necesarias y ayudarles a reintegrarse a la sociedad. A mis compañeros, los insto a enamorarse de su trabajo y ejercerlo con virtud y paciencia. Nunca bajen la guardia. Quiero verlos fuertes y orgullosos”, señaló en su mensaje.

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En los actos de graduación se premió a Wilnely Rivera Figueroa, quien obtuvo el mejor promedio de la clase. También se reconoció a Yomar A. González González, por su desempeño y a Moisés Ayala Torres.

Mientras, García Hernández fue testigo de cómo su hijo Kevin era reconocido por su esfuerzo de superación.

Entre los cadetes, se destacaron Kevin O. Toro García y Liza H. García Rodríguez, quienes son madre e hijo.

El Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) indicó que los oficiales serán asignados a labores de custodia y seguridad en los dos centros de tratamiento social que la agencia mantiene en Ponce y Villalba.

Estos oficiales, 25 mujeres y 23 varones son parte de la tercera academia de oficiales juveniles que se gradúa durante la presente administración.

“Con este nuevo grupo se fortalecen los servicios que se ofrecen a los jóvenes transgresores y se cumple con una de las estipulaciones del caso federal que atiende las condiciones de los servicios en las instituciones juveniles en la isla”, se informó por escrito.

La secretaria del DCR, Ana Escobar Pabón, en su mensaje a los graduandos, les recalcó que “están aquí no solo para imponer la ley, sino para ser agentes de cambio, para inspirar a aquellos jóvenes transgresores a encontrar un camino diferente y construir un futuro más prometedor”.

“Cada uno de ustedes lleva consigo la responsabilidad de ser un faro de luz en la vida de aquellos a quienes servirán. Sean modelos a seguir, cultivadores de confianza y constructores de comunidades más fuertes. El compromiso que han demostrado durante su formación es el fundamento sobre el cual construiremos un sistema de justicia juvenil más efectivo y compasivo en Puerto Rico”, sostuvo la secretaria.

La titular aprovechó el evento y anunció que mañana, miércoles, inicia otra academia de 26 oficiales de servicio juveniles de cadetes.

“Estas academias son la respuesta favorable de esta administración a la falta de oficiales en nuestros centros de tratamiento social. Estoy muy satisfecha de cumplir con la encomienda que nos propusimos de aumentar la cantidad de empleados y así ofrecer un mejor servicio a los menores. De la misma manera que hemos reforzado las instituciones de adultos, lo hemos logrado en el área de juveniles”, indicó.