El exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado, quien se expresó arrepentido por haber aceptado sobornos de empresarios a cambio de contratos en el ayuntamiento, fue sentenciado a un año de prisión.

Además, cumplirá tres años de libertad supervisada, 150 horas de trabajo comunitario y deberá pagar una multa de $20,000.

La sentencia la dictó este miércoles el juez presidente del Tribunal federal de Distrito, Raúl Arias Marxuach, quien demarcó que las víctimas en este caso de corrupción lo fueron el pueblo de Cataño y sus ciudadanos que, en su mayoría, viven bajo niveles de pobreza.

El juez destacó que la cooperación de Delgado con las autoridades federales “ayudó a traer justicia”. Pero, aludió a que una probatoria, como la solicitada por la Fiscalía federal y la defensa, no reconocería la gravedad de su delito.

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El abogado Juan Matos de Juan, de inmediato, solicitó que la sentencia fuese cumplida bajo arresto domiciliario. El juez dejegó la petición.

El exalcalde deberá entregarse en o antes del 13 de mayo próximo a la prisión que le sea designada para comenzar a cumplir su pena.

Delgado fue quien destapó un esquema de ilegalidades en múltiples municipios que involucraba a varios empresarios, como Oscar Santamaría, Mario Villegas, Raymond Rodríguez y José Bou. En esencia, estos se dedicaban a pagar sobornos a los alcaldes para agenciarse contratos para sus empresas. Por sus actos, se declararon culpables.

Con los sobornos que recibía, Delgado y su compañera, Roxanna Sifre, se dieron una vida de lujos. Públicamente, se presentaban con vestimentas, calzados y carteras de diseñador.

Para la vista de sentencia, Delgado llegó al tribunal federal vestido de un traje negro acompañado de Sifre, quien también eligió el negro para la ocasión. Estos no accedieron por la entrada principal del tribunal, lo que evitó que fueran abordados por la prensa. Ambos se mantuvieron tranquilos durante todo el proceso, pese a la decisión del juez de enviarlo a prisión.

“Pido disculpas”

Como parte de la vista, Delgado expuso que “estoy totalmente arrepentido y avergonzado por todo el daño que hice. Pido disculpas al pueblo de Cataño que me dio su amor, su confianza y le fallé en la peor manera”.

“A mi familia, disculpen por lo que están pasando por mis propios actos. Gracias por no dejarme solo”, añadió, al indicar que “trabajaré todos los años de mi vida para enmendar este error”.

Previo a mostrar arrepentimiento, el abogado de Delgado explicó al juez que su cliente se prestó a ser un testigo cooperador de las autoridades federales, pese a que era una movida “riesgosa”. Enumeró a todos aquellos a quien ayudó a juzgar en la esfera federal. Por ello, solicitó un año de probatoria para su cliente.

Estipuló que esa sería la “redención” que pagó el exalcalde por sus delitos.

“Es la cooperación más grande que se tuvo en tiempo real”, expuso el letrado sobre lo que hizo Delgado.

Además, Matos de Juan trajo a la discusión que en el negocio que el exalcalde administra en Toa Baja ocurrió recientemente la tercera masacre del 2024. Dijo que en todo este caso fue una “víctima”.

Durante el proceso, estuvo presente el jefe de la Fiscalía federal, Stephen Muldrow, así como el subjefe, Héctor Ramírez Carbó.

De hecho, Muldrow fue quien se paró a indicarle al juez la importancia del testimonio de Delgado para la Fiscalía federal.

Habló de la cultura antichota que existe en la Isla y de los esfuerzos que se realizan para lograr más cooperaciones.

En este caso, Delgado aceptó exponerse a una sentencia al cooperar con las autoridades federales. Por tal razón, Muldrow destacó que su cooperación tuvo “resultados sustanciales” y deben ser tomados en cuenta.

“La ley no puede existir sin la cooperación de aquellos que son acusados e involucrados”, dijo.

“Vamos a hacer todo en nuestro alcance para lograr que las personas cooperen”, añadió el jefe de la Fiscalía federal, al demarcar que tal cooperación ayuda a enjuiciar a muchas otras personas que cometen delito.

Por su parte, el fiscal federal Ryan R. Crosswell fue quien habló de la recomendación de la Fiscalía federal. Coincidió con el abogado Matos de Juan en que Delgado debió haber recibido un año de probatoria.

Esto es un caso excepcional. Él vino a nosotros”, insistió el fiscal, al exponer que las declaraciones y grabaciones de Delgado ayudaron a conseguir 12 convicciones.

Levanta las manos

Específicamente, el exalcalde llegó a un acuerdo de culpabilidad con el gobierno de los Estados Unidos el 30 de noviembre de 2021 por un solo cargo de conspiración bajo un esquema de soborno con fondos federales y “kickbacks”. Desde entonces, se ha mantenido en libertad bajo condiciones de fianza. “El acusado se asoció, conspiró y aceptó recibir objetos de valor de la Persona A, intentando ser influenciado y remunerado en conexión con un negocio, transacción o serie de transacciones que involucran $5,000 o más a cambio de conceder contratos en el municipio de Cataño a la Persona A”, dice el acuerdo de culpabilidad.

La Persona A en cuestión lo era Oscar Santamaría, quien se declaró culpable por haber pagado dichos sobornos. Este será sentenciado el próximo 2 de abril.

El contrato, entretanto, se otorgó a días del paso del huracán María (2017) a la compañía Waste Collection por $47,970.

El registro de contratos de la Oficina del Contralor detalla que dicho acuerdo fue firmado el 25 de septiembre de 2017 por Delgado y Aleandra Anzalota Del Toro, representante autorizada de la mencionada empresa.

Bajo ese contrato se alquilaron dos vehículos. Estos eran dos guaguas pick-ups marca Ford, Modelo F250, una de diésel y otra de gasolina.

Según se detalla en el documento, el alquiler estuvo vigente hasta el 25 de enero de 2018.

Las autoridades federales pudieron asumir jurisdicción del caso, ya que se utilizaron fondos federales relacionados al paso del huracán.

Mientras, en el pliego acusatorio también se habla de una empresa que también obtuvo contratos en el municipio de Cataño bajo el esquema ilegal de pago de sobornos. Se trataba de JR Asphalt, propiedad de Villegas y Rodríguez.

Trascendió que Villegas le pagó sobre $125,000 en sobornos al convicto exalcalde y le obsequió costosos relojes, los cuales tuvo que entregar al gobierno de Estados Unidos. Estos eran un Rolex Datejust, modelo #126300, número de serie 5N8209Z4; un Rolex Datejust, modelo #116234, número de serie 5E1T3127; un Rolex Submariner, modelo #114060, número de serieV89H9750; un Rolex “Pepsi”, modelo #11719, número de serie V0813336; y un Vacheron Constantin, modelo #4500S/1, número de serie 1383714.

Pieza clave para la Fiscalía federal

Pillado por los federales en este esquema, Delgado fue clave para múltiples investigaciones que llevaron a muchos políticos a ser convictos.

En el listado de casos se encuentran los exalcaldes de Guaynabo, Ángel Pérez Otero; de Trujillo Alto, José Luis Cruz Cruz; de Guayama, Eduardo Cintrón Suárez; de Humacao, Reinaldo Vargas, y de Aguas Buenas, Luis Arroyo Chiqués y Javier García Pérez, así como la exrepresentante María Milagros “Tata” Charbonier Laureano.

El único testimonio público sobre el esquema ilegal lo prestó Delgado en el juicio contra el exalcalde de Guaynabo.

En su declaración, Delgado aceptó que fue mantenido por alrededor de un año por Santamaría para dedicarse a hacer campaña política para las elecciones del 2016 y que uno de los favores que le hizo al empresario fue contratar a la esposa de Pérez Otero, Liza Fernández, como abogada del municipio aun cuando no necesitaba sus servicios.

Comentó que los sobornos que recibía de Santamaría era a razón de $2,000 semanales.

Como parte de su testimonio, el novoprogresista expuso que para el 2019 comenzaron los rumores de que aceptaba sobornos, en parte por sus lujosas compras en un centro comercial exclusivo de San Juan. Dijo que en esa ocasión se comunicó con Santamaría para hablarle de tales rumores.

“En ese momento, la cogí liviana. Me reuní con el licenciado Santamaría, que era el que me estaba dando los sobornos, y hablamos que estuviéramos tranquilos, porque si ninguno de los dos hablaba, no iba a pasar nada”, sostuvo.

Pero, en verano del 2020 todo cambió. Dijo que se acercó al Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) y a la Fiscalía federal, ya que agentes acudieron al trabajo de Sifre, en la Corporación del Fondo del Seguro del Estado, para indagar sobre posibles delitos de corrupción. Dijo que eso le causó preocupación.

“Llamo a mi abogado, le explico la situación mía, le explico que estaba recibiendo soborno, que lo hice mal, que vaya al FBI que me quiero sentar con ellos”, fue lo que expuso.

En su reunión con los federales, “yo le expliqué los actos de corrupción que hice durante todo ese tiempo”. Su acción dio paso a que se iniciara una investigación federal.

Como parte de la cooperación que acordó con los federales en verano del 2020, el exalcalde dijo que grabó conversaciones telefónicas y reuniones que tuvo con Santamaría, Villegas, Rodríguez y Bou, de quienes dijo también recibía sobornos a cambio de contratos con el municipio.

“Cuando los estaba grabando, me estaban dando los sobornos”, afirmó, al establecer que ese dinero lo entregaba a agentes del FBI. La suma que se recolectó en este proceso de grabaciones fue de $105,000.

Tras el escándalo desatado por este caso de corrupción, Delgado se divorció de Sifre.

No obstante, durante el juicio de Charbonier Laureano la mujer fungió como testigo de la Fiscalía federal y reveló que ahora conviven en la residencia de sus padres, ya que perdieron su casa en el proceso de la acusación.

En este juicio trascendió que cuando las autoridades federales comenzaron a investigar a la exrepresentante en el 2020, acudió al auxilio de Delgado.