Hay dos intereses muy importantes para Estados Unidos que nosotros tenemos que comprender. El poder económico y el poder militar. Esto no los hace bueno ni malos. Esto los hace como la mayoría de los humanos y de los imperios del pasado. 

No es casualidad que Puerto Rico fuera invadido en 1898. Ese mismo año Estados Unidos se hizo de Hawaii, Filipinas, Guam y las Islas Samoa. Todo esto para sus intereses imperiales militares como las naciones europeas de la época que casi todas tenían sus posesiones en el Caribe, África, Asia e incluso en América. En 1899 Estados Unidos ayudó a la separación de Panamá con Colombia y con ello surgiría el Canal de Panamá abandonado a mitad por los franceses, pero profundamente deseado por Estados Unidos. En eso Puerto Rico tenía un rol vital para los intereses estadounidense por el Canal de la Mona. 

Tampoco es casualidad que nos diera a nosotros la ciudadanía norteamericana en 1917. Alemania en enero de 1917 puso submarinos armados y prometió hundir barcos de todo tipo lo cual hizo en varias ocasiones. También amenazaba nuestra área con el “bloqueo de las Islas Británicas”. Dos meses después Puerto Rico recibió la ciudadanía norteamericana y el mismo mes Estados Unidos compró las Islas Vírgenes. Cinco días después le declaraba la guerra a Alemania. Luego en la Segunda Guerra Mundial volvió a Puerto Rico ser relevante y aquí había bases militares desde Vieques y Culebra hasta Aguadilla, todo era militarizado en Puerto Rico. 

Luego de la Segunda Guerra Mundial, un año después, Estados Unidos le dio la independencia a Filipinas. Pero la guerra no terminó entre los países que ganaron. La Unión Soviética y Estados Unidos comenzaron la “La Guerra Fría”. No era una guerra literal, pero tanto la Unión Soviética como Estados Unidos se dividían el globo y se armaban hasta los dientes con las bombas más impresionantes jamás creadas. 

Ante la presión de eliminar las colonias y los actos desafiantes de los independentistas en Puerto Rico hubo que buscar alternativas para nosotros porque contrario a Filipinas, sí teníamos ciudadanía norteamericana. De ahí surge la idea de “crearle” un gobierno “propio” a Puerto Rico y en las Naciones Unidas se presionó para que se aceptara el Commonwealth de Puerto Rico como un “gobierno suficientemente propio.” En 1952 Puerto Rico votó a favor y pasamos a ser “la vitrina al mundo.” 

Comienzan leyes amigables a industrias norteamericanas, surgen oportunidades de capital y financiamiento, un gobierno estable bajo la bandera del tribunal federal y mano de obra sumamente barata. En fin, un paraíso capitalista bajo la bandera de Estados Unidos. 

En los años setenta la Unión Soviética aún estaba fuerte y hasta tenía más armas nucleares que Estados Unidos. Con el debilitamiento de nuestro crecimiento, la caída de las petroquímicas y la apertura de muchos otros países con similares condiciones para los inversionistas, Puerto Rico dejó de ser tan atractivo para el capital norteamericano.  Ahí surgió en 1975 la apertura aún mayor de la sección 936 para que empresas que se ubicaran aquí no pagaran impuestos federales. 

De nuevo volvimos a crecer, pero en 1989 cayó el Muro de Berlín y poco después caía la Unión Soviética. No es casualidad que el proceso más serio para resolver el status de Puerto Rico desde el Congreso fuera en las vistas del senador federal Bennett Johnston en esos años entre el 1989 y el 1991. Poco después se pide al GAO escribir un informe sobre la sección 936 en Puerto Rico y el mismo concluye que muchas empresas que estaban aquí podrían regresar a Estados Unidos. En el 1994 se le da el primer golpe a las 936 y en el 1996 se eliminan por completo dándole un período hasta el 2006 para dejar de recibir los incentivos que tenían de estar aquí. 

Esas empresas que poco a poco se irían de Puerto Rico eran grandes cabilderas en el Congreso y pedían que no se cambiara el Estado Libre Asociado. Si se acababa el ELA se acababa el incentivo que tenían bajo las 936 pues bajo otro status político no era posible ese incentivo. Según el informe las empresas hacían un dineral gracias a esa ley y creaban mucho menos empleos de lo que ellas se embolsillaban gracias al incentivo. Ya Estados Unidos no tenía que mantener a Puerto Rico contento ni éramos la vitrina al mundo. Eso se lograba de otras formas. 

Con el final de las 936 se fueron grandes cabilderos a favor del ELA, pero quedaba otro poderosísimo cabildero. El NAVY o La Marina de Guerra de Estados Unidos. Con sus enormes bases en Puerto Rico ellos defendían el ELA como estaba. Pero en 1999 tras una bomba matar a un boricua en Vieques la opinión pública local pidió a la Marina dejar de bombardear a Vieques. La Marina se fue de Vieques, pero en venganza o por no necesitar la base Roosevelt Roads tras cerrar Vieques, también se llevaron su base militar más grande en 2004. 

Con eso ya nadie defiende al ELA en el Congreso. Con el avance militar moderno y la tecnología se ha hecho innecesaria la presencia militar en Puerto Rico. El resto del mundo luego del pacto Bretton Woods no creó su propia marina por lo que no hay otra marina que pueda competir con la de Estados Unidos, ni siquiera la China o la Soviética. No hay un país que amenace a Estados Unidos desde América del Sur o el Caribe por lo que no necesitan permanecer aquí. 

Ya no somos indispensables para Estados Unidos y nuestro liderato político botó las oportunidades que tuvo de hacerse indispensable para Estados Unidos. Ni el PPD ni el PNP que tanto cacarean con querer tener una unión permanente con Estados Unidos hicieron los avances necesarios para hacerse indispensable como parte de la nación norteamericana. Al contrario, botaron el dinero, endeudaron la Isla y crearon un país altamente dependiente de Estados Unidos en vez de alguien que aportara más a la nación. Si bien es cierto que somos un país que le consume muchísimo a Estados Unidos y también mantenemos su marina mercante a través de las leyes de cabotaje, poco a poco la producción local es menos y un enorme consumo proviene de los fondos federales que ellos mismos establecieron. Sí, hay muchísimo dinero que nos hemos ganado con el sudor de la frente, pero Estados Unidos es el granero del mundo y nosotros le vamos a tener que comprar a ellos aún si no fuéramos parte de ellos. Esa realidad es ineludible. La única razón por la que no nos han dado la independencia es porque saben que la emigración boricua a Estados Unidos sería de dos millones en poco tiempo por el miedo al cambio que tiene nuestra gente.

Puerto Rico parece que pedirá la estadidad y ellos parecen plantearnos la independencia y no es que Estados Unidos ya no nos quiere… no seamos sentimentales. Esto mi hermano, esto siempre ha sido negocio.