Segura en sus pasos y con la mirada fija en el público que la vitoreaba, Joana parecía disfrutarse, sin perder la compostura, el tener decenas de ojos puestos en su persona, durante el evento Belleza que rehabilita, del Departamento de Corrección y Rehabilitación.

“Me encuentro confinada y he pasado por muchas situaciones difíciles, y esta es una oportunidad bien valiosa porque me siento bien, me siento viva”, afirmó esta mujer, que extingue una sentencia de seis años en el Hogar Intermedio para Mujeres en San Juan, previo al desfile en el que también participaron cuatro compañeras suyas.

Una de ellas, Teresa Molina, compartió su beneplácito por formar parte del evento.

Relacionadas

“Esto nos ayuda a nosotros a proyectar lo que podemos dar, que podemos dar más, que hay muchas cosas positivas que podemos sacar de las herramientas que nos está dando Corrección”, dijo la aguadillana de 35 años, a quien le faltan tres años para cumplir su pena.

Cinco confinadas de custodia mediana y mínima de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta y cinco jovencitas del Centro de Tratamiento Social de Bayamón, completaron la representación femenina en el desfile, que cerró la Semana de la Rehabilitación Correccional.

“Es una experiencia única. Nunca había tenido la oportunidad de hacer algo así. Es especial”, comentó una de las participantes, de 16 años, que en siete meses está supuesta a abandonar la referida institución.

Entre las jovencitas, quienes desfilaron con antifaz para proteger su identidad, destacó una pelinegra que desfiló coqueta, confiada y siempre sonriente. Otras lucieron algo tímidas,  pero concentradas en poner en práctica sobre la pasarela lo aprendido en los talleres que tomaron durante varias semanas con profesionales del modelaje y la actuación.

La vestimenta femenina consistió de faldas cortas con estampados florales, tops sin mangas y “strapless”, mamelucos, palazos, vestidos largos y de coctel.

Ahora bien, aunque las chicas fueron aplaudidas con mucho entusiasmo por sus familiares y varias confinadas de Vega Alta y del Hogar Intermedio que se encontraban entre el público, quienes se robaron el espectáculo fueron 11 reclusos de la institución 448 del Complejo Correccional de Bayamón.

Por primera vez en los tres años de existencia de esta actividad, hubo representación masculina sobre la pasarela. Y el estreno fue exitoso, a juzgar por los silbidos y gritos que recibieron los confinados, buena parte de ellos provenientes de compañeros suyos en el complejo bayamonés.

Carlos Báez Figueroa rompió el hielo modelando un traje crema con corbata color vino y zapatos blancos que fue bien recibido por la audiencia.

“Es una experiencia muy bonita. Es una manera de nosotros poder demostrar que sí se puede”, dijo Báez Figueroa en un aparte con este medio. 

El y varios de sus compañeros forman parte de un programa de teatro en la cárcel, por lo que las herramientas adquiridas allí les ayudaron a desempeñarse con soltura sobre el escenario. Además, contaron con la guía y consejos del modelo Christian Trenche Ocasio.

“Es algo innovador de parte del Departamento de Corrección y creo que es bien bueno para exponer el talento y el potencial que hay en cada uno de nosotros”, manifestó Jorge Luis Torres Vázquez, quien contó con el apoyo de su madre, hermana y una amiga.

Las confinadas modelaron ropa de los diseñadores Rebeca Tiago y Elier Aubret, así como de las tiendas Gatsby, Flirt Boutique y Eclíptica. Los varones vistieron trajes y etiquetas de Men’s Warehouse. La maquillista Qza se encargó del arreglo personal de los modelos.

El Grupo Cubolibre, compuesto por tres exconfinados, y la también exconfinada María Victoria Rivera tuvieron a cargo el espectáculo musical. Geraldine Fernández y Rony Campos fueron los presentadores de la noche.

“Nosotros queremos que ellos tengan oportunidades de estudio, empresariales y de trabajo… pero también de esparcimiento. Son seres humanos. Hay que humanizar. No hay nada que humanice más que las artes”, verbalizó, por su parte, el secretario interino de Corrección, José Zayas Cintrón.