Cuando la hija de Natividad Flores Velázquez murió, como consecuencia de una caída el Día de Reyes de 2010, le tocó a ella hacerse cargo de sus dos pequeños nietos.

A sus 51 años, la abuela se enfrentó al proceso de volver a criar. Entonces se convirtió en la cuidadora, consejera, y educadora de los niños. Sin esperarlo se transformó en madre plena de ambos menores de cinco y ocho años.

Decirlo ahora, cinco años después, es para Natividad un orgullo, porque en la ciudad de Hartford, Connecticut, donde vivía, halló apoyo social y económico para un gran reto tras el deceso de su hija.

“Empecé a reeducarme sobre las necesidades de mis niños”, relató. Pero el camino, como lo cuenta, ha sido espinoso. No solo se topó con dos niños que, como ella, sufrían una pérdida muy cercana, sino que sus gustos, sus inclinaciones, sus formas de aprender y de comportarse, así como sus necesidades distaban de las que ella había conocido en su primera experiencia como madre.

“Pensé que ser mamá por segunda vez sería más fácil porque ya yo tenía una experiencia, pero las reglas del juego se cambian y te estás encontrando con unas dinámicas, unas problemáticas y unos retos mayores”, concedió Flores Velázquez durante el Primer Simposio para Abuelas y Abuelos como Madres y Padres en Puerto Rico, evento que se celebró hoy, miércoles, en el Edificio Luis A. Ferré, al lado sur del Capitolio.

La mujer, de 56 años, se convirtió en su ciudad en portavoz de los abuelos y las abuelas que crían a sus nietas y nietos para hacer visibles los retos que enfrentan y durante su visita a San Juan compartió sus vivencias en el simposio, organizado por las trabajadoras sociales Amarillys E. Alvarado Guzmán e Inés Rivera Colón, en colaboración con la Comisión de Derechos Civiles, Participación Ciudadana y Economía Social del Senado.

La senadora Rossana López León, presidenta de la comisión, recordó que en Puerto Rico, según datos del Censo de 2000, unos 133,881 abuelos son responsables por uno o más menores de 18 años. Más de la mitad de estos abuelos son el principal sustento para sus nietos.

La legisladora era procuradora de las personas de edad avanzada cuando en 2003 se realizó el primer estudio descriptivo sobre esta población en Puerto Rico. A base de los hallazgos, estipuló obstáculos que enfrentan los abuelos que crían nietos en términos de acceso a la salud, transportación, economía y falta de información sobre cómo lidiar con las nuevas generaciones de nietos.

“Les preguntamos cómo se sentían con respecto a su salud. Indicaron que su salud no era buena y que una de las cosas que dificultaba llevar a sus nietos a recibir servicios era la transportación. Vimos también que el ingreso principal era el Seguro Social y el PAN (Programa de Asistencia Nutricional)”, describió.

De acuerdo con la senadora, el arrecio de la crisis económica ha agudizado estas problemáticas, por lo que en conjunto con las autoras del libro “Abuelos y abuelas… Padres y madres en segunda ronda”, convocó a abuelos a través de las redes y de organizaciones que trabajan directamente con la población para que participaran de este primer simposio.

En la actividad, los asistentes escucharon testimonios, recibieron orientación sobre la aplicación de leyes en el contexto de la crianza de nietos y conocieron sobre los grupos de apoyo para abuelos que desarrolla el programa Early Head Start, en Caguas.

“Yo pienso que la principal preocupación de los abuelos que tienen a su cargo a sus nietos es la cuestión legal de las autorizaciones”, opinó la abogada Luisa F. Barzán, quien habló sobre las leyes y derechos de los abuelos. Dijo que conocía casos de abuelas que cargaban en la cartera con el documento de un tribunal en el que se establece que tiene la tutela de los nietos para presentarlo en las situaciones que tradicionalmente se requiere la presencia del padre o de la madre.

La recomendación de Barzán fue que los abuelos que tengan dudas en estos asuntos consulten con clínicas legales pro bono u organizaciones que velan por los derechos de los adultos mayores.

Mientras, Margarita Vázquez Vega, trabajadora social especialista en familia y supervisora de trabajadores sociales del programa Early Head Start en Caguas, contó sobre la experiencia de atender las necesidades de abuelos mediante grupos de apoyo.

“Muchos se veían solos en la tarea. Algunos tenían a sus nietos por una orden del tribunal, porque el hijo había fallecido, otras veces porque los padres se los dejaban con un afidávit mientras se establecían en Estados Unidos y otros recibían la custodia por el Departamento de la Familia”, explicó. El grupo, dijo Vázquez Vega, ha servido en gran medida para apoyar a aquellos abuelos que desean que los padres de sus nietos también asuman responsabilidad por ellos.

La senadora López León, por su parte, anticipó que presentará una resolución para realizar un estudio más actualizado y abarcador que refleje la situación de los abuelos que crían a sus nietos en Puerto Rico.