Coamo. El alcalde Juan Carlos García Padilla está enfocado en repartir agua y comida entre sus compueblanos con la mayor celeridad, por lo que ha acudido a organizaciones y voluntarios para agilizar el proceso.

“Hemos tratado de venir de afuera hacia el centro en la repartición del agua y los suministros. Debemos estar en casi siete mil de 14 mil viviendas que tenemos”, dijo el alcalde este lunes.

La repartición se está haciendo casa a casa por parte de empleados municipales. Sin embargo, los individuos, grupos y organizaciones cívicas y comunitarias que tengan guaguas de carga y deseos de ayudar, pueden acudir al Centro de Operaciones de Emergencia en el Centro de Convenciones para ofrecerse como voluntarios.

“Si me ayudan a repartir, yo puedo avanzar. Siempre vamos a llegar a las comunidades, pero si nos ayudan llegamos más rápido”, expresó García Padilla.

Para facilitar la tarea, solicitó la donación de cajas de cartón o bolsas plásticas que permitan racionar los suministros en pequeñas compras. Al presente, se está repartiendo carne y granos enlatados, leche, cereales, arroz, meriendas y postres.

El casco urbano de Coamo lucía hoy bastante limpio y recogido. Muy pocos comercios han abierto, entre ellos farmacias, panaderías, cafeterías y dos supermercados de cadena. Había fila en el Banco Popular y en una financiera, y pocos carros en las gasolineras. A pesar de la escasa fila, en una gasolinera se observó a dos guardias nacionales dirigiendo el tránsito.

El Estadio de Béisbol Pedro Miguel Caratini, el Coliseo Edwin “Puruco” Nolasco, los parques de pequeñas ligas y las canchas bajo techo del pueblo sufrieron daños significativos a consecuencia del huracán María. El Hotel Baños de Coamo es “pérdida total”, indicó el alcalde.

“Tenemos daños en comercios, organizaciones sin fines de lucro y estructuras de gobierno, y en las 74 millas cuadradas debemos estar en las dos mil viviendas con daño total o parcial. Ha sido duro. Los puentes-vados de las áreas altas como Coamo Arriba, Pedro García, Pulguilla y Santa Catalina sufrieron mucho y estamos en el ejercicio de hacer el estimado de daños final. El estimado preliminar es $7 millones”, explicó.

Al momento quedan 130 personas refugiadas en las escuelas José Felipe Zayas, Román Colón Correa y Sabino Rivera. Los toldos para las viviendas sin techo, no obstante, no han llegado. Ni siquiera los 100 toldos pequeños que le prometieron, puntualizó.

El alcalde estimó que solo el 15% de la población tiene servicio de agua potable y nadie tiene luz ni telecomunicaciones. Expresó que urge se energicen las áreas donde ubican los bancos y supermercados.

“El problema es que la gente tiene dinero y no tiene. Va al banco y está cerrado, va al supermercado y no cogen la tarjeta del PAN. Ahí nos crea un problema de suministros”, expuso.

La carretera 143 en el barrio Ayales, la 556 en San Diego, la 555 en Coamo Arriba y la 155 tienen tramos intransitables.

“Se contrataron cinco compañías para la limpieza de las carreteras. Yo no puedo seguir esperando por el Cuerpo de Ingenieros para comenzar a limpiar mis comunidades. Establecimos un centro de acopio (entrando por Walgreens) y nos va muy bien”, comunicó.

En cuanto a la ruta gastronómica que es uno de los pilares de Coamo, el alcalde comentó que varios restaurantes icónicos han reiniciado operaciones como La Ceiba, La Guitarra y Don Juan.

“Los restaurantes están haciendo un esfuerzo por servir. Se han convertido en un oasis para la gente. Y los food truck también están recuperándose muy bien”, destacó.

Muertes por María

García Padilla informó que en Coamo se han reportado varias muertes de adultos mayores o pacientes renales luego del huracán, las que entiende están relacionadas al disloque en sus tratamientos provocado por la falta de los servicios básicos.

“Yo no sé cómo se van a contabilizar, pero nosotros tenemos muchos pacientes renales o viejitos que han muerto en estos días. No voy a decir que murieron el día del evento porque una tabla les dio o se ahogaron, pero sí la falta de electricidad tiene que haber afectado a mucha gente, emocionalmente, a mucha gente mayor y con condiciones que en los pasados días han muerto. Tenemos varios pacientes renales que por falta, a lo mejor, de servicio o de la estabilidad en el servicio, emocionalmente tienen que haber sufrido algún tipo de daño. O sea, que posteriormente es mucho más (los decesos) lo relacionado directamente (con el huracán) que lo que han querido decir”, manifestó el ejecutivo municipal, sin precisar cifra de fallecidos.

“Yo no se lo puedo adscribir a que murió porque era paciente renal, porque estaba bien. Tengo que pensar que el estado anímico, emocional, más la condición, tiene que haber afectado a mucha gente que ha perdido la vida en estos días. Estoy seguro que sí”, agregó.

Tuvo daños en su casa

García Padilla pasó el huracán con su esposa, hermana y familia en el segundo piso de la residencia de tres plantas que le perteneció a sus padres frente a la plaza pública.

“En la virazón (del huracán) me llevó la mitad del techo, pero nada, eso es material, eso lo recuperamos. Estaba en el segundo piso. Cuando hubo un pequeño descanso en la intensidad de los vientos, subo y veo que todo estaba bien, había más goteras que nunca, pero no importa. Celebré porque el techo que siempre se iba, que era el de la parte de atrás que se fue con Hugo y Georges, estaba allí. Cuando bajo y empezó el viento del sur, a los 15 minutos habíamos escuchado el estruendo del zinc y de las estructuras y empezó a gotear para abajo, así que sabíamos que arriba había problemas. Inmediatamente pasaron los vientos recogimos lo más que pudimos y nos tiramos a la calle a abrir la carretera 153”, relató el alcalde.

“Perdimos dos consolas de aire, alguna ropa y algunos muebles que estaban en el segundo cuarto y en la sala”, añadió.

“María la atendieron los alcaldes”

“Hay muchas cosas que aprender de María y reevaluar al gobierno. El gobierno central colapsó. María la atendieron los alcaldes y el que diga lo contrario no sabe dónde está parado”, afirmó García Padilla esta mañana mientras se preparaba para viajar a San Juan a gestionar ayuda de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés).

El alcalde dijo que la única ayuda recibida en su municipio, al momento, proviene de FEMA. Destacó, sin embargo, que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados y la Autoridad de Energía Eléctrica han hecho su trabajo, aunque con ayuda municipal en el suministro de combustible. El ayuntamiento también se hizo cargo de los refugios durante los primeros 12 días de la emergencia, indicó.

García Padilla, por otra parte, señaló que el centro de mando de la administración del gobernador Ricardo Rosselló Nevares en el Centro de Convenciones en San Juan no refleja la realidad del país, que 19 días después del huracán todavía tiene necesidad urgente de agua y alimentos, particularmente en los sectores de difícil acceso y en las comunidades desventajadas.

“El Centro de Convenciones es bien chulo, (tiene) aire acondicionado, todo el mundo está cómodo, (hay) café, sandwichitos. Pero venir a moler vidrio en las comunidades, atender, abrir camino, sacar viejitos en soga porque el puente vado colapsó es otro cuento bien distinto a lo que pasa en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, bien distinto”, indicó.

García Padilla agregó que, no es que los suministros del gobierno central no estén llegando, sino que son insuficientes para poder satisfacer la demanda de los damnificados y de las personas que, aun teniendo dinero o el beneficio del Programa de Asistencia Nutricional, no pueden comprar porque el estatus de las telecomunicaciones tiene los sistemas caídos.

“Piden que se acelere la entrega de suministros. Claro que la queremos acelerar. Entréganos más y yo entrego más. Lo que permea en el Centro de Convenciones no es la realidad de lo que pasa aquí. Al gobernador lo increpan con que el suministro no está llegando, pero es que está llegando a cuentagotas aquí. Nosotros estamos listos para entregar más, pero necesito (que me los den)”, manifestó el alcalde.

García Padilla es uno de varios alcaldes del área sur de Puerto Rico que ha denunciado la lentitud del gobierno central en la entrega de suministros de agua y alimentos, así como la poca cantidad que llega. Entre estos se encuentran los ejecutivos municipales de Peñuelas, Walter Torres Maldonado; Ponce, María Meléndez Altieri; Juana Díaz, Ramón Hernández Torres; y Guayama, Eduardo Cintrón. El alcalde de Santa Isabel, Enrique Questell Alvarado, dijo que el gobierno central lo dejó solo.