Verlo montar es un verdadero espectáculo. Desde el momento en que los ejemplares desfilan a la gatera podemos notar que John R. Velázquez no es un jinete más. El boricua emana confianza, control, finura y elegancia. Pero más importante aún, química con el ejemplar asignado.

Nacido el 24 de noviembre de 1971 en Carolina, Puerto Rico, John Velázquez comenzó su carrera como jinete en la Escuela Hípica donde aprendió a montar. El 3 de enero de 1990, ganó su primera carrera, a bordo de Rodas en el desaparecido El Nuevo Comandante. John soñaba en grande y ese mismo año se trasladó a Nueva York y allí fue literalmente adoptado por otra gran figura del deportes hípico, Angel Tomas Cordero Jr. quien en 1998 se convirtió en su agente. En esa jungla competitiva Velázquez enfilaba como una súper estrella.

El resto es historia y aquí una fracción de ella. En 2004 y 2005 fue el Jockey Campeón de Estados Unidos por los ingresos en premios acumulados y esos dos años recibió el Premio Eclipse como Mejor Jockey. Fue exaltado al Salón de la Fama del Hipismo Estadounidense en 2012. Ha ganado más de seis mil carreras (más de 660 en clásicos o Stakes), posee dieciséis Breeders Cup, dos Belmont Stakes y tres Kentucky Derby. Tiene importantes victorias en el Kentucky Oaks, Metropolitan Handicap, Whitney Handicap, Aqueduct, Dubai Copa del Mundo, Woodbine Milla, en Saratoga con seis victorias en un día y múltiples triunfos en Belmont. Ha ganado en quince pistas diferentes de Estados Unidos, Canadá, Dubai y acumulando diez victorias internacionales.

No todo ha sido miel sobre hojuelas. En el 2006, Velázquez tuvo una terrible caída en el hipódromo de Keeneland, sufriendo múltiples fracturas y lesiones. Pero su condición física era tal que regresó a montar en dos meses. A finales de 2013 sufrió otra caída que forzó la extirpación del bazo. Regresó a la pista en enero de 2014 para meses después convertirse en el máximo ganador de todos los tiempos en premios acumulados con sobre $400 millones. El 30 de noviembre de 2018, Velázquez obtuvo su victoria número seis mil montando a Singapur.

Su enorme listado de premios impresiona. Pero más impresiona su ciencia, su sabiduría, su comunicación con el ejemplar, su agradecimiento a la vida, la gente y el deporte, a su país. El pasado sábado logró su tercera victoria en un Kentucky Derby. Desde la salida atropellada, inicio, medio y cierre de carrera “Johnny V”, como le llaman, condujo como fiera de caza al ejemplar Authentic que soportó un empuje final del favorito Tiz de Law. Al cruzar la meta Velázquez igualó a Junior Cordero en victorias en el Kentucky Derby.

Eddie Belmonte y Cordero hicieron lo suyo en los 70 y 80. Velázquez en los 90 y aún sigue vigente pues apenas cumplirá cincuenta años en noviembre próximo. A él le siguen los hermanos José e Irad Ortiz y muchos otros con enorme potencial. Según escribiera muy acertadamente el amigo, compañero y colega Fernando Rivas Reyes el pasado 2 de agosto, “el hipismo se ha convertido en el principal producto de exportación deportiva de Puerto Rico” con una presencia de cerca de 166 jinetes montando en los Estados Unidos. Nuestra Escuela Hípica tiene mucho que ver en ese logro.

Al final de la carrera Velázquez en uno de sus acostumbrados actos de humildad agradeció a todos por haberle permitido llevar un ganador a la meta dejando ver que mantiene los pies bien en tierra. Como dato curioso durante la premiación un molesto e irreverente Authentic se quitó de encima el público alrededor tirando incluso patas arriba al entrenador ganador Bob Baffert. Pero nuevamente “Nervios de acero-Johnny V” mantuvo el control y le hizo saber que todo estaba bien.

Como diría papá Rafa Bracero: “Esta historia continuará”.