Leave the World Behind es la película que está arrasando en Netflix en este momento. Su final abierto es uno de los más intrigantes, porque la trama plantea una serie de interrogantes sobre los humanos y su forma de vivir en excesiva productividad y desconexión social. Así que el medio Collider decidió consultar directamente con el director de la cinta de Netflix, Sam Esmail, acerca del mensaje que quería transmitir al contar esta historia.

Lo primero por entender en Leave the World Behind es que Julia Roberts e Ethan Hawke son una pareja con hijos que va a pasar las vacaciones en una casa alquilada. Se sorprende cuando los dueños del lugar, interpretados por Mahershala Ali y Myha’la Herrold, aparecen en la noche para pedir posada, pues se encontraban incomunicados y necesitaban un lugar dónde dormir. Además, la explicación de su visita se debe a un aparente bloqueo tecnológico.

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Una de las cuestiones más extrañas de la película es la imagen de una manada de ciervos. En un primer momento, los animales se asoman por los arbustos de la casa y la hija menor de la pareja que estaba pasando las vacaciones se siente curiosa y sorprendida por esa presencia inusual.

Más adelante en la película, Amanda (Julia Roberts) y Ruth (Myha’la Herrold) se someten al terror de ser posiblemente atacadas por una manada de ciervos. La primera, que había tenido una actitud negativa y racista con la segunda, embiste a los ciervos a gritos desesperados para espantarlos y que no agredan a su joven acompañante. Y lo logra.

“Quería que esta película pareciera un sueño que poco a poco se convierte en una pesadilla”, dijo a Collider el director.

“Esa es la experiencia que me comprometí a brindarle a la audiencia, y nada se interpuso en mi camino. Así que creo que, cuando la gente trata de reconstruir la película de una manera puramente lógica y objetiva, no va a funcionar y, sinceramente, no creo que funcione con la mayoría de las películas. Una película tiene que sentirse y experimentarse, y no necesariamente pensado de esa manera”, agregó.

Lo cierto es que el director de Leave the World Behind no pretende dar tantas explicaciones lógicas sobre la presencia de animales y los acontecimientos inesperados en su historia, porque esta “funciona como un sentimiento, como un tono y no pretende ser un ensayo, donde cada punto de la trama está anotado con lógica y referencias”.

En general, la presencia de los siervos en medio del cataclismo tecnológico (adiós internet, celulares y satélites) y la hipótesis de una apocalipsis sirve para generar el miedo y que la audiencia se pregunte por la presencia de estos animales en la película.

“(Los ciervos) representan la siniestra advertencia de la naturaleza, de que algo anda mal y no estamos escuchando”, aseguró.