Inspirada en costumbres y tradiciones africanas, la artesana carolinense Marta Beatriz De León da rienda suelta a su creatividad al elaborar ropa y accesorios que han despertado la curiosidad de muchos por su estilo único y colorido.

La artista trabaja desde camisas, sombreros kufi, lazos y pañuelos para hombres, hasta vestidos, carteras, collares ancestrales, coronas zulu y turbantes para mujeres. Todas las piezas que elabora llevan esa esencia de la cultura africana como su sello particular.

“Mi arte representa el orgullo de mujeres y hombres afrodescendientes que nos sentimos orgullosos de nuestra raza, que nos sentimos empoderados y que nos atrevemos a usar todos los colores, porque África es brillante, es vibrante, es alegría y sabor”, expresó De León, quien se interesó por la costura con el propósito de crear piezas para su familia, pero su talento terminó siendo parte de un movimiento cultural que jamás imaginó.

Los turbantes y coronas son quizás las piezas más llamativas de su colección, pero la carolinense trabaja también con camisas, sombreros, bisutería y más.
Los turbantes y coronas son quizás las piezas más llamativas de su colección, pero la carolinense trabaja también con camisas, sombreros, bisutería y más. (Isabel Ferré Sadurní)

Todo comenzó en el 1992, cuando De León decidió tomar un curso de alta costura y diseño con la reconocida diseñadora Carlota Alfaro.

“Yo lo que sabía coser era por economía doméstica, pero quería coser para mi uso personal y por satisfacción. Estuve becada dos años en esa academia y con lo que aprendí allí le hice el traje de quinceañero a mi hija, el de la boda, pero era solo para mis cosas”, recordó la mujer de 73 años.

Más adelante, mientras trabajaba como técnico de familia y comunidad en la organización sin fines de lucro Aspira de Puerto Rico se le dio la oportunidad de ofrecer talleres de confección de “delantales y otras cosas sencillas”. Así iba dirigiéndose, sin darse cuenta, a convertirse en una artesana de telas.

No fue hasta que se jubiló de su trabajo en el Gobierno, en el 2008, que De León tomó un curso de repostería, que era uno de sus sueños y, en lugar de ponerse una redecilla en el cabello, prefirió confeccionar un sombrero en combinación con su delantal. En ese momento causó sensación y el público comenzó a pedirle que hiciera piezas para vender.

“Conocía a Mimi Román, quien tenía un estilo africano bien bonito y siempre le gustaba que le hiciera cosas, y era una de mis modelos. Ella me dijo que me certificara como artesana en telas y me lo dijo de una forma que me motivó. Ella me orientó que me preparara bien”, manifestó.

“Entonces, en el 2009 voy para allá (Compañía de Fomento Industrial) con mis tereques y estaba asustada porque decían que en tela no certificaban. La cuestión es que el evaluador llegó y lo primero que hizo fue ponerse un sombrero de los míos, al cual yo le puse camándula, y pasé la evaluación de la primera visita”, contó la artesana, quien en el 2021 decidió también certificarse en el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP).

Ya para el 2010, De León estaba dando cursos de costura en el Servicio de Extensión Agrícola.

“La directora, Marilú Florí, me dijo que si me atrevía a dar unos cursos de costura y yo le metí mano... le agradezco mucho a Marilú porque estuve allí desde el 2010 hasta el 2012″, señaló.

Fue a través de Florí que la artesana tuvo la oportunidad de participar de un proyecto del Colectivo Ilé en la Universidad de Puerto Rico.

“Me invitan para esos talleres del Colectivo Ilé y ellos trajeron a una negra de Nueva Orleans que se llama Kimberly, quien nos dio unas técnicas de cómo poner turbantes de diferentes estilos. Allí nos enseñaron que los turbantes no son para tapar el pelo porque está feo, ni es para limpiar la casa. El turbante es un accesorio para complementar tu vestuario y, aparte de eso, en el turbante las esclavas llevaban muchas cosas como alimentos; además te protege, te empodera y muestra de dónde vienes”, declaró la septuagenaria.

Desde entonces, De León se dedica a promover no solo la cultura africana a través de sus piezas sino de educar y ser embajadora de nuestras raíces por medio de su talento.

“Aprendí mucho sobre racismo, sobre los mitos, hice conciencia de muchas cosas. También aprendí los símbolos que traen las telas africanas, porque cada una tiene un significado. Me sumergí y todo lo que hago, en su mayoría, es este tipo de ropa. Yo coso ropa regular, pero no es lo fuerte mío. Yo estoy bien metida en este movimiento. Esa es mi tendencia y yo me lo disfruto”, afirmó la artista.

Dentro de sus piezas más vendidas están las camisas y sombreros de hombre, y los turbantes que tienen diversos estilos.

“En los turbantes está el estilo faraónico, el torcido y yo vendo las telas grandes para que puedan hacérselos. Cuando la gente viene a mi mesa, yo le pongo el turbante, pero también le doy instrucciones ilustradas para que se lo ponga en su casa porque yo no vendo para la gaveta. Yo vendo para que ellas aprendan y vengan y me compren de nuevo”, dijo la artesana.

Según De León, otras de las piezas que más están cobrando auge son las coronas zulu.

“Son coronas porque no tienen tope, son abiertas en la parte superior de la cabeza. Asimismo, el sombrero kufi también se está usando mucho, al igual que los collares ancestrales”, dijo la artista.

Quienes deseen conocer más del trabajo de Marta, pueden acceder a su página de Facebook: Diseños Afrocaribeños Marta o llamar al 787-463-0047.