La artesana Susan Vázquez Pérez es una maestra de historia retirada cuya pasión por la cultura puertorriqueña la ha llevado no solo a crear muñecas de trapo, sino también a abrir su imaginación para traer a la realidad al “temido” personaje de nuestra cultura: “el cuco”.

La mujer de 54 años es oriunda de Toa Alta, pero dice ser “hija adoptiva del pueblo de Dorado”, donde reside desde hace 24 años. Con su talento y creatividad ha creado una colección de personajes llamada Susie Dolls, con la que busca que nos identifiquemos como pueblo.

Además de las muñecas de trapo tradicionales, creó la jibarita, el jibarito, la africana, la bailadora, el bailador, el barrilero y el vejigante. Pero, uno de sus personajes llama particularmente la atención.

Su interpretación del Cuco se ha convertido rápidamente en un favorito de su clientela.
Su interpretación del Cuco se ha convertido rápidamente en un favorito de su clientela. (Isabel Ferre Sadurni Photography)

“Quizás lo conocen, es algo generacional. Cuando éramos chiquitos, nuestros padres nos metían miedo y nos decían que no nos fuéramos lejos o no nos metiéramos en la oscuridad: ‘porque te coge el cuco’. Pues yo buscando añadir personajes de nuestra cultura no quería que se perdiera la tradición de ‘el cuco’. Ahora que estoy adulta me parece algo gracioso, pero de niña yo le tenía terror”, confesó la artesana.

“Lo curioso es que hay una cultura inmaterial que es del imaginario popular. Entonces, ¿cómo es el cuco? Cada cual se lo imagina como sea”, comentó.

Su colección Susie Dolls incluye la jibarita, el jibarito, la africana, la bailadora, el bailador, el barrilero y el vejigante.
Su colección Susie Dolls incluye la jibarita, el jibarito, la africana, la bailadora, el bailador, el barrilero y el vejigante. (Isabel Ferre Sadurni Photography)

Esa curiosidad de conocer cómo la gente se imagina al cuco la llevó a realizar una encuesta en redes sociales y las respuestas no se hicieron esperar.

“Hice una encuestas: ¿Te asustaron de niño con el cuco? El 95% dijeron que sí y yo les dije que por favor me describieran cómo se imaginaban al cuco. Yo me he reído tanto con todo lo que la gente me ha escrito”, afirmó la artesana certificada en el 2019 por la Compañía de Fomento Industrial y el Instituto de Cultura Puertorriqueña.

Fue entonces cuando puso a correr su imaginación y, aguja e hilo en mano, le dio forma al mítico personaje.

“Dije que iba a hacer al cuco como esta figura humanoide, que no esté muy definida y lo voy a hacer en varios colores para que tenga salida y que cada cual compre el cuco que quiera”, sostuvo la artesana.

Es así como el misterioso cuco terminó luciendo como un adorable muñeco, con dos ojos como única característica prominente en su rostro. Además, este personaje se pinta de colores pasteles como el azul, peach, rosa, blanco, aunque Susan lo ha llegado a trabajar en negro, marrón y gris.

“Aunque no tengo esa tela disponible en negro ese es el favorito de la gente, y el gris también”, señaló.

Sin duda, aunque todas sus muñecas y muñecos son del gusto de los clientes, el cuco tiene su público y se roba el show. “Yo no hago más que poner el cuco en la mesa y me preguntan: ‘Y esto, ¿qué es?’. Y la gente empieza: ‘Fulana, ¡mira el cuco!’, y les da una alegría increíble. El cuco es boricua, les digo yo”, afirmó orgullosa la artista.

Pero más allá de esta pieza artesanal, Susan hace otros trabajos que aluden a la cultura y raíces boricuas.

“Hay un resurgir que a mí me encanta de los jóvenes valorando nuestra cultura. Ahora todo el mundo quiere aprender a tocar barril y todo el mundo quiere bailar bomba, por eso también tengo los bailadores y el barrilero que lo visto de ropas africanas y viene con su barril que me hizo el artesano de juguetes de madera llamado Miartesanopr”, detalló la artista.

Convertirse en artesana fue un proceso de aprendizaje para Susan, quien afirma nunca haber tomado clases formales de costura, sino que aprendió viendo videos a través de la plataforma de YouTube.

“Comencé en el 2018 haciendo paños y sabanitas de bebé, hasta que una clienta y parte de mi familia me preguntó si yo sabía hacer muñecas de trapo. Y yo le dije que sí porque siempre me han dicho que nunca diga que no. Esa muñeca era para la hija de su amiga que había perdido su muñeca en el supermercado y no aparecía y ella quería regalarle una”, relató. Así, Susan se lanzó a la aventura de crear muñecas de trapo, lo que en ese momento se convirtió en un gran reto.

“Esa muñeca fue un parto porque yo nunca he tomado clases formalmente de costura. Entonces, como no sé nada de patrones y esas cosas. Me dio un trabajo increíble hacer mi primera muñeca y estaba asustada”, confesó la artesana.

Una vez terminó ese primer proyecto, comenzó su segunda muñeca y desde entonces no ha parado. Entonces, el encierro por la pandemia del COVID-19 le permitió explotar su negocio.

“En el 2019 hice la gestión para certificarme como artesana con la Compañía de Fomento Industrial y me afilio al Instituto de Cultura Puertorriqueña. Ahí llega la pandemia, pero había una necesidad de comprar y no se podía ir a las tiendas, entonces las redes me salvaron, vendiendo a través de Instagram y Facebook”, dijo Vázquez Pérez, quien asiste a festivales, pero también vende sus creaciones en las redes.

Para información adicional, accedan Instagram: Susie Dolls y/o Facebook como susie_dolls.