El problema viene después, porque al terminar las festividades y cuando los cachetes, papadas y chichos se tornan inocultables aparecen el arrepentimiento, los sentimientos de culpa y el lanzamiento al aire de propósitos que en pocas semanas dejarán de tener sentido.

Y justo aquí es donde aparecen las dietas empíricas, cuando echamos manos a productos milagrosos y una tendencia silenciosa a buscar cirujanos que quiten el peso sobrante de una vez por todas.

Lo curioso es que esto se repite de manera cíclica cada año. Al parecer, como fruto del deslumbrante brillo de las luces navideñas, la música y la comida siempre sobre la mesa.

Y, aunque todo esto está bien, para no caer en reiteraciones golosas, aquí van algunos consejos descritos por los expertos y así evitar que las extralimitaciones de la época le pasen una factura que se acumula en el vientre.

Ejercicio

Los excesos de calorías que nos metemos al cuerpo solo se pueden contrarrestar con una buena dosis de actividad. Saca tiempo diariamente para hacer ejercicio, al menos 40 minutos, mínimo cuatro días a la semana. 

Cero ayuno

Nunca pases por alto el desayuno, ni evites comer por largos períodos. El primer bocado tras el ayuno dispara un tipo de insulina que trata de meter todo el azúcar dentro de las células, lo que impulsa a comer más.

Come con calma

Todo bocado hay que masticarlo bien, además de que los alimentos deben consumirse despacio porque así se activa el mecanismo de la saciedad. 

Agua, agua, agua

Antes y después de las comidas hay que tomar agua, que evita el deseo de tomar bebidas azucaradas y se ha demostrado que la saciedad que produce es un factor para comer con moderación. 

No a los fritos

Muchos alimentos que acompañan las fiestas navideñas son fritos y por eso hay que preferir los horneados. 

Húyele al pan

Aunque es muy difícil prescindir del pan por esta época, si lo consigues debes saber que solo eso te ahorrará problemas y excesos de calorías.

La ropa pegaíta

Se ha comprobado que llevar la ropa ajustada hace que la gente se sienta llena incluso antes de que empiece a comer.

Cero bebidas endulzadas

Se ha demostrado que solo aportan calorías vacías que fácilmente se convierten en grasa que se acumula en el cuerpo. 

Ojo a los postres

Es imperativo moderarlos porque muchos tienen como base azúcares, otros carbohidratos y endulzantes artificiales que, además de acumular calorías, estimulan a comer más.

Modera el licor

Cuando se habla de “moderación” no es solo por los efectos que tiene en el sistema nervioso, sino que el alcohol es una fuente significativa de calorías.