La Selección Nacional de baloncesto femenino  defenderá con todas sus fuerzas en Toronto el sitial  que alcanzó al ganar la medalla  de oro en los pasados Juegos  Panamericanos efectuados en Guadalajara, México, en el 2011. 

Sin embargo, el plan de trabajo preparado para el verano es mucho más abarcador.

No tan solo se trata de  ganar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos   y conseguir  el pase a las Olimpiadas en el Preolímpico  que se efectuará en Edmonton, Canadá, del 9 al 16 agosto, sino que también se  busca identificar  e incorporar  jugadoras pensando en  mantener el mismo nivel de juego  en los próximos cinco años.

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“Parte de mi trabajo es preparar a Puerto Rico no tan solo para las competencias  actuales, sino que también hacerlo para las del futuro. Así que yo no puedo pensar única y exclusivamente en la Selección Nacional del 2015 sino que también debo pensar en la Selección del 2020. No podemos pensar en el 2020 cuando estemos en el 2019. Tenemos que pensar  a trabajar  desde ya”,  dijo Gerardo “Jerry” Batista, dirigente de la Selección. 

El quinteto tiene un plan  para que las etapas cíclicas de transición de jugadoras no lo tome por sorpresa y medie  en el proceso la improvisación.

“Hemos invitado a jugadoras con talento y las características físicas para jugar internacional y las hemos invitado para que comiencen siendo parte del programa nacional.  Que comiencen a foguear y darle la importancia y atención a cada una de ellas  para que se vayan preparando”, sostuvo Batista. 

“Lo que queremos hacer es una transición  ordenada, como debe suceder cuando se hace el recambio de jugadoras”,   prosiguió Batista, quien  inició a  hablar  con las jugadoras desde enero.

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La preparación para  las competencias  en las que participará el quinteto patrio este año ha sido intensa, en la que  se ha trabajado cinco días a la semana –que incluye pesas en la mañana y práctica en la tarde–, sesiones de entrenamiento en la playa y descanso. 

“El problema  más grande que nosotros tenemos y vamos a tener siempre es la estatura. Eso es un problema que lo tenemos por genética. Eso no  va a cambiar.  Lo que hicimos fue identificar las postes que queríamos establecer  y   buscar  las características   para tener un equipo un poco más rápido, un poco más ágil con jugadoras que pueden jugar varias posiciones para que se nos hiciera un poco más fácil para cuando vayamos a jugar internacional”, explicó   Batista.

Además, se realizó un torneo  de preparación  en Guaynabo con la participación  de Cuba, Argentina y República Dominicana. Allí  se vio parte del sistema defensivo que Batista busca establecer.  

“Implementamos otro sistema de defensa. Un sistema de mayor defensa individual a cancha completa, de hacer doblajes y cambios defensivos para sacar a las oponentes que nos aventajen en estatura y fortaleza de su juego, de la forma en que practican”,   manifestó Batista. 

“El entrenamiento se hizo viendo la condición de nosotros y visualizando el futuro pensando en equipos como Canadá, Brasil y Cuba. Esos son equipos  que solo nos superan en una cosa, en el físico.  Hay veces que por más que tú practiques la defensa, no puedes pasar por alto la  fortaleza que nos van a presentar y que en ese aspecto te van a dominar. Pero lo que  nosotros queremos es tratar de sacar a todos los equipos  de ese estilo de juego. Llevarlos a ellos a jugar nuestro estilo de juego, nosotros no queremos  pensar en las debilidades. Queremos pensar en las fortalezas que tenemos. Es lo que  hemos hecho y hemos apostado a ese plan”, aseguró Batista. 

Luego de los Panamericanos, la Selección irá a China para  jugar seis partidos ante China, Alemania e Italia. 

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